
Antes de comenzar a hablar del tema te contaré una curiosidad, sabías que en España hay más o menos 190.000 artesanos que generan alrededor de unos 4 millones de euros para la economía del país.
Las redes sociales han ayudado a su crecimiento, especialmente a la hora de comenzar a vender sus creaciones. Sin embargo, poner en marcha un proyecto handmade tiene una serie de características distintas a un negocio tradicional que hay que tomar en cuenta.
1. DEFINIR EL PRODUCTO Y LA PERSONALIZACIÓN: Es primordial definir bien el producto, centrarse en los productos que se tienen y trabajar en ellos para que lleguen a mucha gente y genere tráfico a tú web, redes sociales, blog, etc; creando una base sólida de clientes y poco a poco vas creando nuevas colecciones de productos.
Es recomendable empezar con pocos productos y en cada colección agregar nuevo.
2. DIFERENCIAR LA MARCA DEL PRODUCTO: Se debe centrar la comunicación en la marca y no en los productos, recuerda que la marca es el sello personal, es la esencia.
La marca es un valor añadido y es inmaterial, en cambio el producto es algo tangible.
Es importante siempre expresar los valores, el compromiso de la marca con su público y generar emociones.
3. FOTOGRAFÍAS ACORDES Y EN UNA MISMA LINEA: La imagen es lo que vende en este sector, son tu escaparate, por ende las fotografías lo son todo. La imagen del producto debe evocar emociones y sensaciones. La clave está en crear un estilo propio y ser coherente en toda la imagen del producto.
4. REDES SOCIALES: Las redes sociales son clave. Son una excelente lanzadera para darse a conocer y proyectar el proyecto. Las redes sociales que potencian las imágenes son las más apropiadas para este tipo de negocios.

¿En tu proyecto de handmade has tomado en cuenta alguna de estas claves?